La libertad

Los pájaros se ríen de los pobres humanos.

Hoy estaba esperando el autobús, como hago cada día a las 8:50, para llegar a casa a cenar.
Normalmente suele haber trafico, y los autobuses suelen tardar.
Como voy todos los días, he podido comprobar como poco a poco esos minutos se han ido transformando de noche en día, de cómo la gente se mueve mas, y lo desierto se convierte en urbano.

Hoy en cambio el autobús ha tardado bastante mas en venir. De hecho han venido dos llenos y no han parado. Y como algo hay que hacer, me he puesto a mirar.
¿Qué he visto?
Infinidad de pájaros dando vueltas en circulo, sobre nuestras cabezas. Daban unas cuantas vueltas se iban lejos y volvían. EN lenguaje pajaril, lo que decían es:
- Mírame mírame, si yo. Mira, puedo volar, tu NO. Mira, me voy hacia esa punta de allí. Tu no puedes, tienes que estar quieto para esperar un autobús, y yo puedo volar.

Entre ellos se reían y daban vueltas y se juntaban y eran libres.
He entrado en un autobús lleno. He tenido que ir apretujado, dislocándome el hombro por los acelerones y frenazos que hacia, mientras yo me sujetaba con el meñique a una parte de un asidero. No podía respirar.

El maldito pájaro seguía libre.