jueves, 5 de abril de 2007

Gotas de miedo

Se levantó del trono y fue directo al centro de la sala, donde se clavó el puñal de rosas rojas de su madre. Tiempo atrás habían llovido pétalos.
Ahora llovía sangre.
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Hoy me he quedado sin viajar.
Vivimos coaccionados por las palabras de unas personas que hablan 5 minutos por televisión.
Las palabras de los hombres del tiempo.
Tienen un poder que… ¿no imaginan? No, si lo imaginan, y lo saben, y bailan al tun tun de lo que tienen que decir.
Llueve, no llueve. Nosotros no podemos saberlo por ciencia infusa y damos nuestro voto de confianza, y nuestras mas arraigadas esperanzas a los hombres del tiempo. Ese viaje a aquel lugar especial, esa visita al lugar deseado, la procesión que nunca mas saldrá…
Lo dejamos todo en las dos palabras clave que un tío de estos dirá: sol y lluvia, con sus variantes.

Y siempre hay gente que se la traerá al pairo lo que digan estos señores, y otros que lo seguirá a pies juntillas.

Tres cosas tengo que decir:

1- Que estas dos simples palabras pueden mover diferentes cantidades económicas muy variadas, como es el turismo y el consumo privado. Y que dos simples palabras en fechas clave pueden llegar a ser algo a tener muy en cuenta. (Ni malo ni bueno: diferente)
2- Que ante todo, son gente muy respetable, que generalmente no se equivocan y que a grandes rasgos nos dejan una previsión, con su esfuerzo y trabajo de investigación. Cierto es que la naturaleza no son matemáticas, y hay que comprender los cambios que se puedan derivar sin previsión.
3- Que no me he ido a la playa por que iba a llover este puente, y tengo cuatro días mas para aburrirme aquí, igual que allí, y con lluvias en donde quiera que valla.

Un saludo muy especial a todos aquellos que están de vacaciones y con paraguas.

Saludos.

2 comentarios:

ajovin dijo...

Los hombres del tiempo son muy malos.
Son mejores las mujeres del tiempo.

Anónimo dijo...

El tiempo meteorológico es una ciencia peor que las mates, nunca es exacto, y fastidia más que llueva unas vacaciones que qué no te salga la prueba del nueve.

Cachis los hombres del tiempo y los mapas con nubes. Con el sol tan rico que tengo dándome en la frente, y las lluvias que cayeron la semana pasada.

Nunca llueve a gusto de todos.